sábado, 28 de junio de 2008

Cuerdas de tripa

La aquisición de cuerdas de tripas de cordero por estos lugares es problemática, por tal razón puse manos a la obra y me dediqué a investigar en cuanto sitio existe, no fué fácil la empresa. Al fin dí con una página francesa que ofrecía un artículo pormenorizado sobre la construcción artesanal del preciado elemento, tambien intercambié numerosas correspondencias con colegas que fueron aportando otros detalles . Seguidamente un largo período de pruebas que fué festejado por todos los carniceros de mi barrio.


Pues bien , hoy puedo decirles con sano orgullo que he logrado el objetivo, he conseguido construir mis propias cuerdas de tripa !!!!!. En realidad ya había alcanzado este objetivo hace seis meses, pero no estaba del todo convencido de los resultados, quería ponerlas a prueba por algún tiempo y me quedaban dudas sobre el acabado final. Pero eso ya es historia.


Según cuenta la historia, la mayoría de los instrumentos provenientes de Asia portaban cuerdas de crines de caballo y es en Europa donde comenzó a popularizarse el uso de tripas de cordero (y otros animalillos) para la confección de cuerdas, Pero esto no es del todo así. Existen evidencias claras de su existencia por ejemplo en tumbas egipcias e incluso Los árabes la utilizaban sobre todo para el Ud (luego Laúd) es más, cada cuerda era confeccionada con tripas de distintos animales y correspondía a una concepción filosofica relacionada con los humores del cuerpo.


Sea como fuere, es indudable que un rabel medieval que se precie de tal debe poseerlas, es una verdadera pena contar con uno de ellos y tener que utilizar cuerdas de violín, es un gran crimen. Distinto es el caso de los rabeles tradicionales ibéricos, para los cuales se hecha mano a lo que hay en medio, alambres, cables eléctricos, cables de freno de bicicleta, todo vale a la hora de rabelear!.


Desde luego esto se hace extensible a todos los intrumentos medievales que he construido, a propósito les comento que estoy a punto de concluir con un proyecto bastante postergado, la construcción de una fídula, pero eso es materia para un próximo artículo.


Volviendo al tema de las cuerdas, el procedimiento a grandes rasgos es relativamente sencillos, y se reduce a tomar un número variable de tripas de acuerdo al grosor que se desea, realizar un tratamiento de lavado intenso para despojarlas de residuos grasos, luego se trenzan, para esto me he construido un simpático tornito manual, este es el punto delicado pues se debe dar la tensión ideal, si la torción es floja, tendremos una cuerda inafinable y si se pasa se enrosca sobre si misma y .....adios cuerda!, luego otro proceso de limpieza con agua oxigenada y por último se empapa con aceite de lino. Por supuesto, una cosa es decirlo y otra es hacerlo hay varios detalles a tener en cuenta que solo se descubren con la práctica.
El resultado es una cuerda que puede afinarse perfectamente si se da con el grosor adecuado. Desde ya no pueden compararse con las que se ofrecen en mercado pero, considerando que aquí en Argentina se deben importar con el consabido encarecimiento por la diferencia de monedas, es esta una alternativa por demás de atractiva, además un punto de realización personal. Ahora veo con más orgullo a mis instrumentos portando cuerdas originales construidas por mis propas manos.