jueves, 27 de diciembre de 2007

Rabel Nº 3




Este rabel es una evolución del nº1, he copiado el mismo contorno aumentando las dimensiones, también en el espesor de caja que es en este caso de 3 pulgadas contra 2 del anterior.



La consigna fue experimentar en un registro que tomara el ámbito de contralto, además agregar una cuerda para ampliar la extensión y así lograr un instrumento más versátil. El resultado es un interesante instrumento a la hora de intercalar en una misma obra las funciones de acompañante y solista, lo he probado a dúo con flauta dulce y el resultado es óptimo. Robusto por donde lo miren, si gustan interpretar con él les sugiero que lo hagan al estilo tradicional, sobre la falda, si intentan montarlo al hombro o al pecho y mantenerlo allí por mucho tiempo probablemente derive en tendinitis múltiple.




Tal vez esta toma fotográfica sirva para dar una idea de las características estéticas del Viraró, esa tonalidad rojiza es natural, apenas tiene una pasada de cera.




Las cuerdas empleadas para este caso corresponde a 1 , 2 y 3 de la viola, allí logra su cometido. Paradógicamente posee una sonoridad menor a la del Rabel nº1, tal vez por la tapa armónica que en este caso es de olmo. Posee un timbre oscuro, aterciopelado y profundo, cosa difícil esta de describir un timbre sonoro, debería adjuntarles algún archivo sonoro, veré como me las arreglo.




Al finalizar noté como había mejorado el manejo de las herramientas, sobre todo la gubia, mucho más rápidamente de lo que imaginaba.


Para quienes no hayan visto el proceso de vaciado les presento esta fotografía, donde puede apreciarse el contorno definido de la caja (ya vaciada) y el bloque inferior aún sin trabajar que posteriormente se transformará en mango y cabeza. Un simple error y no habrá marcha atrás, a lo sumo se convertirá en recipiente para snack. Por suerte esto solo me ha sucedido una vez, con un proyecto de cítola en guayavira, a veces la madera tiene sus secretos guardados, en esos casos hay que recurrir a cuanta técnica de relajación exista, joga, tai chi, respiración circular, bailar , cantar y sobre todo volver a empezar.


Las adaptaciones que imprimiera al rabel nº1 tambien corren para este, sobre todo en la tastiera , trasformándolo en un instrumento muy confiable en lo relativo a la afinación.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Cítola Nº1



Este modelo esta basado en una cítola del siglo XIV procedente de París. Posee cuatro cuerdas simples, dada la tonalidad no alcanzan a percibirse, son de tripa de cordero.

Su sonoridad es muy peculiar, solo después de escuchar varios ejemplos me resigné a la idea de que la intensidad es bastante limitada, he visto grabados de las cantigas de Santa María de Alfonso el sabio , en uno en particular se encuentra tocando a dúo con un rabel, el balance no es sencillo de lograr, con los rabeles que he construido la diferencia es importante. No obstante le da a las interpretaciones un toque especial.


La ejecución se puede realizar con una púa de pluma o bien digitando con los dedos directamente, aquí habrá que portar buenas uñas de guitarrero de lo contrario el sonido es muy pobre.


Posee varias peculiaridades, entre ellas el diseño de la cabeza oval con cavidad posterior donde se alojan las clavijas, las cuales pueden estar alojadas tanto hacia el interior como al exterior, particularmente me he volcado a la segunda versión, pues las clavijas en el interior dificulta su manipulación, supongo que para esto habrá que proverse de algún adminiculo, yo recurrí al sentido práctico.
La técnica de construcción es similar a la de los rabeles, por vaciado de la caja y en un solo cuerpo. Las maderas utilazadas son: Viraró para el cuerpo, nogal para el diapasón, olmo para la tapa armónica y Guayacán para el cordal y puente, misma combinación que el rabel nº2.


Dos "Perlitas" que me llenan de sano orgullo son : primero la confección de los trastes, realmente es un capítulo aparte, en donde he dejado parte de la epidermis de las yemas de mis dedos, están realizadas en asta (cuerno vacuno), completamente a mano, cortadas con sierra y trabajadas con lija de distintos espesores, parece fácil decirlo pero llegar desde la forma curva del cuerno a una varillita de 2 mm de espesor a fuerza de lijas resulta ser una labor por momentos penosa. La segunda perlita es el rosetón, aquí nada de caladoras amigos, solo limas de matriceria y mucha paciencia, de hecho ni siquiera he calcado el modelo sobre la madera, lo he copiado como se dije aquí "a ojo".

Otro detalle estético propio de las cítolas es el "ganchillo" en la base de la cabeza, por lo que he visto es la herencia de las formas originales, en donde la caja toda se proyectaba hasta la cabeza por detrás dejándose solo un hueco circular para posar el pulgar de la mano izquierda, estos modelos tenían forma de "cuña" .Luego han evolucionado a un hueco elíptico para finalizar en esta suerte de "apéndice"como legado de la transición, bonito detalle.
Para finalizar les aclaro que las especificaciones estéticas e históricas que menciono están dirigidas a esclarecer lo referido a los instrumentos que construyo en particular, no pretendo desarrollar una exposición musicológica, existe infinidad de material en internet que ofrecen documentos de investigaciones muy serias al respecto.

martes, 25 de diciembre de 2007

Rabel Nº 2



Este modelo tiene características muy distintas al nº1. Esta basado en una combinación de diseños medievales, sobre todo por la forma redondeada de la caja y el mango sin prolongación de la tastiera. La sonoridad difiere notoriamente, menor intensidad, timbre más claro, se ajusta a lo que he escuchado en instrumentos de estas carcterísticas.
Posee tres cuerdas, en este caso 1, 2 y 3 de violín, luego reemplazadas por similares en tripa . Otra de las variantes, que se apartan de los estandares es la confección en dos piezas : la caja de viraró y el mango de guayacán, al igual que el puente y el cordal, la tapa armónica de Olmo.
Seguramente algún entendido dirá, "El rabel no se construye en dos cuerpos", pues aquí ven uno, y suena de igual manera, no pude resistir la tentación de probar la respuesta del guayacán como mango, es una madera fantástica muy difícil de trabajar, altísma densidad, no obstante luego de ardua porfía se logra una pieza de excelente solidez y agradable a la vista, posee unas vetas encantadoras. A partir de esta experiencia he comenzado a utilizar guayacán para todas las piezas que exigen alta resistencia.
Otro de los detalles es el reemplazo de los famosos oídos en f por un sencillo calado o modo de rosetón.
En esta oportunidad ya había adquirido unas cuantas herramientas de mano para mejorar la terminación, varias gubias y escofinas , limas de matricería, etc
Considero que la evolución en base a la suma de experiencias y herramientas es notoria.

viernes, 21 de diciembre de 2007



He aquí la imagen del Rabel nº1. La fotografía fue tomada en una cabaña estando yo de vacaciones en Alta Gracia, Córdoba, me pareció interesante la combinación. Puede notarse aquí cierta particularidad en el formato de la caja, el modelo inicial presenta contornos menos pronunciados. En este punto es interesante destacar la relativa libertad de diseños en los modelos pastoriles, he visto tantos como uno pueda imaginar y poner un sello personal me pareció oportuno. Es a las vez funcional y estético.

En relación al arco, aún hoy sigue en constante proceso de mutación, al final sigo utilizando un arco de violín convencional. A continuación les mostraré algunas imágenes del proceso de construcción.

Etapa de vaciado. En ese entonces solo contaba con una gubia y una escofina bastante gastada, sumado a la densidad de la madera (soita), se transformó en una prueba de resistencia, trasponer este umbral me indicó que mi inquietud acerca de la luthería no era infundada. El contorno general lo logré gracias al taladro de mano, luego escofina. El uso del taladro no se contraponía a mi consigna, pues supuse la existencia en ese medio de al menos un berbiquí.


No se engañen con el color blanquecino de la madera, es tan dura y terca como quien les escribe, la pulseada fue pareja.


Aquí vemos ya encolada la tapa armónica de Kiri, esta madera es muy curiosa, según me comentaron es una especie experimental que fue creada para reemplazar en algún sentido al cedro, lógicamente con una taza de crecimiento sensiblemente menor, se utiliza para usos múltiples y por lo general poco decorosos, como embalajes, cajones para transporte, etc. Posee una densidad bajísima y sobre todo se consigue a muy bajo costo.....en mi caso gratis!!!!. Con este perfil imaginaba una sonoridad modesta pero me ha sorprendido , este muchachito puede ponerse a la par de un violín sin despeinarse, aún sin contar con alma ni barilajes , tal como debe ser.

Una anécdota para finalizar. La mesa de carpintero que ven pertenece a un amigo que no le daba uso alguno, cuando le propuse comprarla me dijo: Hagamos esto: tu la usas hasta que te canses y depués me la devuelves. Craso error......moraleja: los hombres son prisioneros de sus propias palabras.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Instrumentos de música antigua



Desde la interpretación de música coral, hace casi 20 años, punto de partida y llegada de numerosos proyectos relacionados a la música, ha transitado mi vida profesional, Siempre recorriendo un sendero de búsquedas, en aquellos aspectos que despertaban mi atención. Así nace esta afición , la más reciente de todas, investigar y construir instrumentos destinados a la interpretación de música antigua.


El proceso nace con cierto criterio sistemático, vale decir un sentido cronológico, sumado a mis escasos conocimientos en carpintería artística y de maquinarias que me permitieran abordar diseños sofisticados. De esta forma estoy desarrollando hasta el momento solo instrumentos de la edad media, especialmente rabeles y cítolas


Desde el comienzo intuía que la balanza se inclinaría hacia los cordófonos, mi propensión a ellos viene de la niñez, con mi primera guitarra, luego tratando de arrancar sonidos a un cello (con relativo éxito). Haciendo referencia a mi niñez debo añadir la atracción hacia la madera como medio para materializar mi delirio, con un viejo serrucho desafilado, un martillo y una escofina tan descuidada como el serrucho daba forma a distintos diseños que nunca llegaban a buen puerto. Entre pasiones olvidadas o al menos adormecidas nace la inquietud de investigar en la web. Debo destacar entre otras la página de Luis Payno, muy completa y sobre todo generosa en información. Allí supe del rabel, instrumento que me cautivó inmediatamente, por su valor histórico, su sonoridad particular y sobre todo porque estaba al alcance de mis escuetos recursos técnicos. Puse manos a la obra para dar forma a mi primera creación, basado en el rabel de campoo con inclusiones propias, un modelo de dos cuerdas, con resultados más que alentadores para alguien que tomaba por primera vez una gubia con serias intenciones. De allí en más entrego todos mis tiempos libres a esta afición que día a día crece .


Por medio de este blog pretendo compartir con ustedes mis experiencias, no solo en el campo de la luthería sino de la música en general, los invito a visitarlo.
Daniel Yost.-
Mis instrumentos
Antes de presentar mi escueta colección vale aclarar ciertos aspectos. En principio les comento que todo comenzó con la siguiente consigna: no emplear más que un taladro de mano como recurso electromecánico, la idea era .....y sigue siendo acercarme a las técnicas propias de la época y sobre todo tratándose (rabel de campoo) de un instrumento pastoril. La segunda consigna fue echar mano a maderas que tuviera a disposición en mi ámbito, como quien sale de expedición y junta la leña que encuentra sin necesidad de recurrir a importadores y esas cosas. De allí que las maderas utilizadas no son las habituales en estos casos, no obstante he descubierto que en el caso de los instrumentos monóxilos las maderas semiduras le otorgan solidez sonora, eso si, a la hora de manejar la gubia la cuestión se torna trabajosa.
De la lista de maderas incluidas en este tópico destaco el Viraró, por su excelente acabado, agradable aspecto y aceptable rendimiento acústico. El resto de las maderas utilizadas para el cuerpo pertenecen a la noreste de Argentina: Soita, guayavira, guayacán, quina y marmelero.
Para las tapas armónicas, recurrí a dos maderas muy particulares que tampoco se mencionan en los manuales: el Olmo y el Kiri.
Todo resulta en una serie de instrumentos completamente artesanales y de características propias, con sano orgullo procedo a presentárselos.
Rabel nº 1: Mi primogénito es tal como relaté en la presentación una versión mejorada del rabel de campoo que figura en el sitio de Luis Payno: las mejoras radican principalmente en la proyección de la tastiera y el ajuste de los ángulos de esta para mejorar la afinación . Las maderas utilizadas son : soita para el cuerpo y el puente, Kiri para la tapa armónica y nogal para la tastiera y el cordal. Posee dos cuerdas que afino a conveniencia según el estilo musical que aborde, en la foto se lo ve portando cuerdas de violín, más en la actualidad he logrado dar con el método para construir cuerdas de tripa, con total éxito, por lo tanto vale esta aclaración para todos los modelos.
El rabel y la chacarera?: Este es un párrafo para mis coterráneos, es públicamente conocida la intervención del violín en las introducciones e intermedios de las chacareras, también sabemos de la existencia de instrumentos similares al rabel sobre todo en la comunidad toba, pero no se ha materializado la combinación de ambos....o al menos no se ha popularizado, resulta ser que este rabel que les presento le da a las intervenciones aludidas un toque rústico característico, los animo a experimentar en este aspecto y compartir opiniones al respecto. No quiero entrar en debates de musicología, si corresponde o no incluir al rabel como instrumento folclórico, en definitiva las fusión culturales han surgido justamente de la experimentación. En mi opinión el timbre que aporta el rabel hace que la sonoridad del conjunto sea más "creíble", queda planteado el debate.
fin del primer día de edición , en breve seguiré construyendo este espacio.